Que las pantallas han venido para quedarse es una obviedad. Este mes arranca de nuevo el curso escolar y la gran mayoría de los centros educativos de la ciudad, por no decir todos, utilizan las tabletas como sustituto del libro.
Las familias están divididas en posiciones opuestas. Algunas creen que los dispositivos electrónicos son un gran avance, mientras que otras lo ven como un inmenso error que creará muchos problemas en la educación de los niños y niñas en un futuro.
En función de la edad
“La tecnología no es ni buena ni mala, depende del uso que le demos”. Así de contundente es Estela Abad Gisbert, psicóloga sanitaria del centro My Mind, enfocado a la ayuda de niños y adolescentes. Abad insiste en hacer una diferenciación entre el tiempo de uso de las tabletas para tareas escolares y su utilización para el ocio, así como una clara distinción entre edades.
En su labor diaria en el centro se encuentra posiciones muy contrarias: hay algunas familias que demonizan las tecnologías y el empleo de tabletas en los colegios, y otras protecnología que las ven como la respuesta a todos los problemas. El enfoque y el uso que le da cada maestro también facilita o dificulta el aprendizaje, según Abad.
No se recomienda el uso de pantallas entre los 0 y los 3 años
Uso para ocio en casa: de 0 a 3 años
En el periodo de la primera infancia el aprendizaje se basa en la observación del entorno. El cerebro va a ir desarrollándose de forma muy progresiva, y esto hace que las pantallas sean un sobreestímulo innecesario.
La recomendación de los profesionales es que no se usen las pantallas en estas edades. La tecnología es en este caso una barrera a la observación y un impacto visual más grande de lo que pueden soportar. Además, utilizarlas para calmar puede potenciar que se gestione peor la frustración y sean una barrera para la creatividad en momentos de aburrimiento.
De 3 a 6 años
A partir de los 3 años Abad considera un buen momento para empezar a introducir las pantallas, siempre que su uso no sea superior a quince minutos diarios (de ocio) y que haya un acompañamiento por parte de una persona adulta.
“Las pautas parentales son importantísimas en cualquiera de las etapas. Se deben marcar los tiempos y el espacio en el que se van a utilizar, y que el contenido sea adaptado a la edad para que los estímulos visuales que pueden asimilar sean los justos”.
«Las pautas parentales, como la limitación del tiempo, son importantísimas» E. Abad
De 6 a 12 años
En este rango de edades, el tiempo dedicado al ocio puede incrementarse hasta treinta minutos diarios. Abad recomienda no hacer usos de forma combinada: por ejemplo, no mirar la televisión mientras se está con la tableta o no usarla al mismo tiempo que el móvil.
Aquí puede haber una mayor relajación en momentos determinados, pero es importante que el contenido esté adaptado a la edad y que siempre exista un control parental de lo que se hace en estos dispositivos.
Uso escolar: pros…
Una de las ventajas más evidentes e importantes es que la mochila se ha podido aligerar de forma considerable, al pasar de utilizar los libros a las tabletas, por lo que los problemas de espalda derivados de cargar ese peso han dejado de tener protagonismo.
“Algunos padres critican que el uso de las tabletas dificulta la capacidad de retener la información y por tanto el propio aprendizaje”, explica la psicóloga. “Sin embargo, hay dos cosas en las que no se están fijando. Primero, que los libros los tienen igual, solo que en formato PDF o digital; por lo tanto, se amplían las opciones porque puedes también imprimir para tenerlo en papel. Y por otro, que cada niño tiene unas capacidades: para algunos escribir será mejor, mientras que en otros predomina lo visual y será más fácil estudiar con imágenes en la pantalla. Se trata de personalizar a la necesidad de cada uno”.
«Cada niño tiene unas capacidades, para unos es mejor escribir y para otros lo visual» E. Abad
… y contras
Las principales desventajas se encuentran en edades tempranas. La motricidad fina, tan necesaria en el día a día, se desarrolla en esas fases, y para ello es necesario practicar con las manos. Las tabletas se utilizan con un dedo, ni siquiera permiten hacer la pinza, por lo que Abad sí que observa afectación en la dicha motricidad como consecuencia del uso antes de tiempo.
Otra de las problemáticas que remarca la profesional, en edades más avanzadas, es el ciberacoso, que ahora se traslada a cualquier hora del día sin necesidad de estar en el centro educativo: “Por esto es importante que el uso destinado al ocio esté siempre limitado y controlado por los padres, y que no se dé un uso combinado: que cuando estén haciendo labores escolares no tengan un chat abierto donde puedan producirse estas situaciones”.
Pautas
La psicóloga considera importante que siempre se acompañe en el proceso de utilización, que se limiten los horarios y que se adapte la tecnología al estilo de vida de cada familia; es decir, que se busquen más fuentes de creatividad distintas que puedan convivir con el ocio digital (hacer manualidades, pintar, montar a caballo, practicar un deporte, etc.).